HISTORIA

Esta historia comienza en el año 2020. En ese momento, vivía en la hermosa Riviera Maya, en una modesta cabaña rodeada de árboles, ubicada en un pequeño pueblo en el municipio de Tulum. Este lugar, la flora y mi pasión por el diseño y las telas me inspiraron a dar vida a esta marca. Siempre he mantenido un vínculo estrecho con la naturaleza, a pesar de haber crecido en una ciudad. Cuando era niña, solíamos hacer excursiones a las montañas, pasar el día en las orillas de un río o disfrutar de la playa. Así comenzó mi amor y respeto por el medio ambiente.

Con el tiempo, mi deseo de explorar el mundo creció y, cuando finalmente tuve la oportunidad de viajar, surgió la idea de emprender un viaje por América. Esperaba descubrir sitios naturales impresionantes, y lo hice. Sin embargo, también me di cuenta de que, a pesar de todas las maravillas que somos capaces de lograr como seres humanos, también hemos dejado una marca negativa en muchos de estos hermosos lugares. Me encontré con paisajes contaminados por la huella humana y aguas que ya no eran tan puras como solían ser.

Al hablar con personas de diferentes países, explicándome cómo habían cambiado las circunstancias del entorno en el que vivían, entendí que habíamos perdido la pureza de nuestros paisajes y que, tarde o temprano, enfrentaríamos las consecuencias como humanidad. Con menos recursos naturales y muchos de ellos ya contaminados, estaba claro que debíamos tomar medidas.

Fue entonces, desde mi cabaña en la selva de la Riviera Maya, que nació la idea de crear esta marca, Lolankil, que significa florecer en la lengua maya. Esta marca adopta este significado en el sentido de reconectar con nuestro entorno y brillar nuevamente como humanidad, como una flor que florece. Y también nos recuerda la belleza, otro elemento esencial cuando se trata de moda, ya que la moda nos acompaña en nuestras vidas y nos protege como nuestra segunda piel. Además, cada uno de nosotros puede expresar la belleza a su manera, mostrando nuestro estilo único.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la industria de la moda, a pesar de su capacidad para realzar nuestra belleza, también es una de las mayores fuentes de contaminación. Es por eso que nuestra marca nació con la firme intención de crear de manera consciente y nos esforzamos por reducir nuestra huella de carbono.

Han pasado varios años desde nuestros comienzos, y nuestra marca ha crecido lentamente pero de manera constante. Cada paso que damos se toma con gran consideración, sin apartarnos de nuestro código ético. Estamos comprometidos con ser ambientalmente responsables, pero también con diseñar cada prenda con amor y estilo.

En este año 2025, estamos emocionados de finalmente presentar nuestros productos al mundo. Aunque somos conscientes de que tenemos mucho que aprender y un largo camino por recorrer, esperamos que disfrutes de nuestro trabajo y que podamos seguir escribiendo nuestra historia juntos.